La urgente necesidad de captar el agua de lluvia




Tobías Nicolás

Ir en contra de los refranes no siempre es malo, es decir, que no siempre son ciertos o sabios, pero el no hacerles caso en algún momento no forzosamente es malo o esta mal visto, me refiero al que dice “agua que no has de beber, déjala correr”, refrán que vi grabado en un mosaico en casa de mis abuelos a la que visitaba muy seguido en mi infancia y que por cierto siempre me dejó pensando en su significado figurado.

¿Se dan cuenta que el hacer una pequeña acción, puede cambiar mucho la condición del entorno?, voy a lo siguiente; el captar, almacenar, juntar o evitar que se vaya el agua de la lluvia por muy poca o mucha que sea, cambia las condiciones del juego, es decir, si yo en mi casa la almaceno en unas cubetas ya tendría la oportunidad de utilizarla para las plantas en lugar de usar el agua potable, en otro ejemplo mayor si un agricultor crea una pequeña represa o un jaguey y logra que el agua no se vaya a la barranca, con el solo hecho de que su terreno cuente con este cuerpo de agua aumenta su valor, por su capacidad de brindar agua como riego cuando las condiciones lo ameriten.

Entre los beneficios de hacer este tipo de cambios van desde lo mental, ecológico y económico, evitar la erosión es tan importante como el tema que abordamos en este espacio, en Tlaxcala los suelos están sumamente afectados por este problema de la erosión y está a vista de todos, los agricultores se ven afectados en sus cultivos, su terreno deja de ser fértil, sus cosechas precarias y el costo de sus insumos dígase fertilizantes, semillas son cada día más costosos, lo que ocasiona una subida de precios en los granos.

El primer cambio mental está en el hecho de hacer consciencia del porqué debemos captar el agua, sus implicaciones, usos y beneficios, esto conlleva a trabajar más, realizar inversiones para lograr el objetivo (modificar la casa, la parcela, el terreno o hasta un cerro), buscando el beneficio propio, pero también de nuestro entorno.

El segundo cambio es el ecológico, mejoraremos el ecosistema, la biodiversidad, en cierto grado y por muy pequeño que sea abonaremos a que no se caliente tanto el planeta, dejaremos de afectar el suelo que es la base para producir nuestros alimentos, solo menciono esto porque si no nunca acabaríamos.

El tercero es el económico y el que pudiera ser un factor importante para ponerse en marcha y actuar. Si contamos con agua contamos con riqueza, este elemento nos ayudará a mejorar la producción agrícola y pecuaria, nos dará tranquilidad al saber que tenemos el recurso y como dicen los que saben, “el agua es vida”.

Por qué hablar de este tema cuando al ciudadano de a pie le interesa tal vez la seguridad, el empleo, la familia y otros temas que son de moda, la intención es recordar que, si seguimos por el camino de la ignorancia, todo eso que nos interesa, pasará a segundo plano si no tenemos lo elemental como es el agua. Y es que ponerse a pensar en que en la casa no “caiga el agua” durante unos diez días reinará el caos, nos desequilibra en las actividades cotidianas, nos pega en lo económico y merma la salud.

Hacer conciencia, cambiar un poco nuestros hábitos, buscar mejorar nuestro entorno, hará la diferencia para el planeta, no dejemos que alguien más nos resuelva nuestros problemas, busquemos ser participativos, pensar verde y por manos a la obra.

Les dejo la siguiente frase; si hay magia en este planeta, está contenida en el agua.

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