Alfredo GONZÁLEZ
Un conductor en evidente estado de ebriedad provocó una serie de tres accidentes viales en el municipio de Papalotla, dejando como saldo una persona lesionada de consideración y diversos daños materiales, tanto en vehículos como en un domicilio particular. Pese a la gravedad de los hechos, el responsable no fue presentado ante la Fiscalía General de Justicia del Estado, lo que ha generado molestia e inconformidad entre los afectados.
Los hechos ocurrieron alrededor de las 14:00 horas del martes, cuando el conductor de un vehículo Volkswagen Jetta, color blanco y con placas locales, impactó primero contra un automóvil Mini Cooper sobre la carretera Tlaxcala-Puebla, a la altura del crucero con las vías de Santo Toribio.
Lejos de detenerse, el responsable continuó su marcha de forma errática, impactando poco después contra un vehículo BYD MQ, que se dirigía a la cabecera municipal. En este segundo percance, una persona resultó con lesiones de consideración, por lo que fue necesaria la intervención de los cuerpos de emergencia.
Sin que la Policía Municipal actuara de inmediato, el sujeto continuó su recorrido hasta internarse en la comunidad de Panzacola. Fue en la calle Maleni, a unos metros de la estación del tren, donde finalmente impactó contra un domicilio particular, provocando daños estructurales. Afortunadamente, un menor de edad que se encontraba en el lugar resultó ileso, aunque estuvo a pocos metros de ser alcanzado por el vehículo fuera de control.
El automóvil, ya con severos daños, finalmente se detuvo, siendo asegurado por elementos de la Policía Municipal varios minutos después. La unidad fue retirada del lugar con una grúa y trasladada a las instalaciones de la Dirección de Seguridad Pública Municipal.
Pese a la insistencia de los afectados y a la existencia de una persona lesionada, los policías municipales se negaron a poner al conductor a disposición del Ministerio Público. En su lugar, lo trasladaron a la presidencia municipal, donde la juez local asumió el caso de manera discrecional.
Según denuncias de los afectados, la funcionaria municipal buscó llegar a un “acuerdo entre particulares”, aparentemente con fines de beneficio económico, lo que podría constituir un acto de corrupción y una omisión grave de las obligaciones legales. Las víctimas señalaron que este tipo de prácticas son recurrentes en Papalotla, donde elementos de seguridad y autoridades locales actúan con negligencia o parcialidad, buscando arreglos que favorecen a los responsables a cambio de compensaciones económicas.
Este caso ha reavivado el llamado de la ciudadanía a que se supervise y sancione el actuar de los cuerpos de seguridad municipal y autoridades auxiliares, quienes tienen la responsabilidad de hacer cumplir la ley, no de negociar la justicia.