Se perdió la confianza en las autoridades y su empleador, debido a que por intereses políticos arreció el hostigamiento hasta derivar en despidos y arrestos
Alfredo GONZÁLEZ
Este miércoles por la tarde, después de que recobrara su libertad, Julieta Berruecos, trabajadora perteneciente al sindicato al servicio de los tres poderes, municipios y organismos públicos autónomos, aseguró que fue objeto de una persecución política con el fondo de afectar su posible participación en la elección sindical, además de sentenciar que debido a la actitud facciosa del gobierno del estado, no existe confianza en la autoridad ni mucho menos en su empleador.
Durante rueda de prensa, la cuál se realizó de manera previa a realizar su registro como aspirante a secretaria general del sindicato ‘7 de Mayo’, por la planilla verde, explicó que sin mostrarle orden de aprehensión, sin realizar su registro para ingresar al Centro de Reinserción Social (en Apizaco, fue liberada al filo de las 20 horas del lunes) esto después de que la juez determinó que su detención al interior de la PGJE era improcedente al tratarse de un mandamiento y delito que había prescrito.
Asimismo, acusó intereses de ‘algún funcionario’ del gobierno estatal con la familia de los ex dirigentes Erazo-Rodríguez, quienes quieren afectar el proceso de renovación del sindicato, siendo que, tras el señalamiento, dos trabajadores más denunciaron que el secretario de gobierno Sergio González, de ser el que dio la indicación para realizar el despido a una trabajadora que desempeñaba funciones administrativas en el nexo femenil, y un trabajador más en la Oficialía Mayor de Gobierno también denunció despido injustificado.
Además, el nutrido grupo de trabajadores de base presentes, a los que se sumaron los denunciantes, sentenciaron que no existe ningún tipo de confianza en las autoridades y las tareas que deberían realizar, siendo que la desconfianza se ha extendido hasta si empleador, del actual aseguro que no es posible dar un voto de confianza hacia quien los persigue, acosa, despide y hasta encarcela por intereses políticos y con evidente indolencia.
Finalmente, es de destacar que, pese a la magnitud de la situación que derivó en protestas u una serie de atropellos y abusos que se han extendido durante toda la pugna interna en el sindicato, la Comisión Estatal de Derechos Humanos, misma que brilló por su ausencia pese a la detención ilegal y la violacion de derechos de la mujer ahora liberada.