Opinión. ✍️ REDES, PERIODISMO Y SEGURIDAD




Elisa Márquez

Bien merece un estudio y análisis profundo la nueva forma de hacer y ejercer el periodismo en la actualidad. De las ruidosas y enormes máquinas de escribir, la sociedad transitó hacia el uso de la computadora y a los teléfonos celulares, con una velocidad increíble, el fax fue arrojado al baúl de los recuerdos y por la pandemia el mundo observó otra manera de comunicarse, para explotarla, escudriñar en la red social y seguir una nota a distancia.

Fuimos testigos como en años anteriores, Tlaxcala desarrolló una conducta muy curiosa entre los cibernautas, convocar por Facebook para detener algún probable responsable de un ilícito y tomar la justicia por su propia mano. Al llegar el Covid-19 todo el país, experimentó una significativa baja en los índices delictivos, pero aumentó la violencia familiar, el alcoholismo y las enfermedades de la mente.

Tlaxcala no ha sido la excepción en esta vorágine de cambios, lo que nunca ha variado es la exigencia de la ciudadanía para que la entidad continúe como una de las más seguras del país.

En todas las administraciones la seguridad siempre ha sido un tema toral, para el núcleo social en el que nos movemos, sin embargo, actualmente, la nota se desarrolla de otra forma, antes la población se enteraba un día o dos después de algún hecho delictivo, en este momento, la noticia es inmediatez pero en ese proceso la gente exige respuestas rápidas y resultados en el menor tiempo posible.

Una cosa es conocer a través de la red de lo que sucede, otra recabar los datos de forma precisa como la gran mayoría de los comunicadores lo hacen, pero marcar tendencias falsas y que aún crean que la activista Rosy Orozco es la defensora en materia de trata de personas que el país esperaba, por eso, recomiendo a esa gente que se cultive leyendo o tal vez que asista a algún curso para que actualice su escasa información que tal vez le llegue por mero teléfono descompuesto.

De los hechos que se derivaron el pasado domingo, se dijo que “la inseguridad se desbordaba”, punto de vista exagerado, tendencioso y carente de análisis. De la administración de Mariano González Zarur a la de Marco Antonio Mena el incremento en delitos se disparó de manera importante, sólo hubo una pausa por la crisis sanitaria que afectó al mundo, por eso en estadísticas no colapsaron.

Actualmente, la sociedad exige y con razón una entidad segura y blindada, y el gobierno del estado refuerza esa parte diariamente, con operativos, mejores cámaras de vigilancia, entre otras cosas, y pese a lo que se reportó el pasado domingo, somos uno de los Estados más seguros, comparen y verán.

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