Abuelita fallece al interior de un consultorio del Dr.Simi en Apizaco

Al acudir en busca de atención médica "se desvaneció" y pese a los esfuerzos de reanimación dejó de existir





La víspera, tras maniobras de reanimación por parte de parámedicos del Centro Regulador de Urgencias Médicas Tlaxcala (CRUMT) dependiente de la Secretaría de Salud (SESA) en un consultorio de genéricos ubicado en la zona sur de la ciudad de Apizaco en Tlaxcala; una mujer de la tercera edad que en compañía de familiares acudía en busca de atención médica dejó de existir luego de "desvanecerse", obligando a la intervención de las autoridades.

Minutos antes de las 17:00 horas del miércoles al espacio que brinda servicio médico y está contiguo al establecimiento comercial "Farmacias Similares" ubicado en la esquina de Prolongación José María Morelos y Avenida Jacarandas de la colonia Linda Vista en Hiloac una adulta mayor y dos féminas de distintas edades llegaron para una consulta; empero, la inesperada crisis que incluyó la pérdida de control en ojos con crispación de miembros superiores, obligó al inmediato ingreso al consultorio.

Y llegada en pocos minutos de técnicos en urgencias médicas en respuesta a petición de auxilio vía 911, quienes de manera inmediata aplicaron varios ciclos de reanimación con oxígeno, masaje a músculo cardíaco y desfibrilador. Sin embargo, el esfuerzo por vivificar a la paciente resultó infructuoso, ya que tiempo después la mujer (de edad avanzada) fue declarada sin constantes vitales; por lo que se dió parte del hecho a la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE).

Después, con "abundante" presencia de elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) y de empresas de servicios funerarios que de forma destacada rompieron la cotidianidad del lugar aledaño a una estación de servicio y tienda de conveniencia; policía de investigación, peritos de campo y del Servicio Médico Forense (SEMEFO) tomaron conocimiento, procesaron la información y cumplimentaron la diligencia de ley.

Con información de Sergio Espinoza

Publicar un comentario

Artículo Anterior Artículo Siguiente