Se cumple un año y medio tras la desaparición de Daniela Muñoz




“Yo no tengo nada contra Álvaro, lo único que quiero es que me diga dónde está mi hija, en las circunstancias que esté, y por mí, él puede salir al otro día de la cárcel”, expresó Rosa María Muñoz, madre de la joven Daniela, desaparecida a la edad de 25 años.

Al cumplirse un año seis meses de desconocer el paradero de su hija, señaló que el proceso judicial no ha avanzado en la etapa intermedia, porque el imputado ha cambiado de abogado en seis ocasiones.

Desde el 13 de septiembre de 2020, Daniela ya no regresó a su casa, fue vista por última vez en Apizaco y su desaparición fue denunciada ante el Ministerio Público el 14 de eses mes. Días después, también fue reportada la de Álvaro Daniel N., quien la invitó a comer a casa de su mamá en Tzompantepec; sin embargo, fue localizado en el estado de México el 9 de octubre de ese año y casi de inmediato fue vinculado a proceso por presuntamente haber cometido este delito en contra de esta joven.

Rosa María ha realizado una serie de manifestaciones en exigencia de justicia, pero en la marcha feminista del pasado 8 de marzo contra las violencias hacia mujeres, efectuada en la capital tlaxcalteca, no asistió porque recientemente se sometió una cirugía de la que fue dada de alta un día previo.

Solamente acudieron sus hermanos, pero se alejaron cuando inició la confrontación entre un grupo de manifestantes y policías estatales. “Mis peticiones ya las hice a la gobernadora (Lorena Cuéllar) y a la procuradora (Ernestina Carro)… lo que no hizo el gobierno anterior (de Marco Antonio Mena Rodríguez), gracias a Dios lo están haciendo en este, nos están atendiendo, nos están apoyando y esperamos avances”.

Aún en recuperación, fue entrevistada vía telefónica y añadió: “Como se sabe, Álvaro N. está detenido, pero desgraciadamente sigue sin querer decir nada y las audiencias se siguen aplazando, pero tengo fe que se va a hacer justicia”.

Asentó que no es la única madre en busca de su hija,” hay bastantes y muchos casos archivados, familias que fueron a sacar una ficha que ahí quedó; algunos tenemos posibilidad de movernos para ver cómo va el proceso y otros no la tienen”.

Con voz entrecortada remarcó que los familiares de víctimas solo piden justicia “y que nos digan dónde está nuestro ser querido y, si ya los asesinaron, que las personas que les hicieron daño lo paguen”.

Pero no contuvo el llanto al señalar que cuando “a alguien le dicen que mataron a su hijo, lo va a enterrar, porque ya sabe qué pasó con él, y ¿en mi caso, qué?, no sé dónde está mi hija, qué le estarán haciendo, a dónde me la fue a dejar”.

Lamentó las difamaciones y criminalización por parte de la sociedad hacia Daniela, quien era docente con plaza en el estado de Puebla y la cual obtuvo a través de un examen.

“Yo no tengo nada contra Álvaro, lo único que quiero es que me diga dónde está mi hija, en las circunstancias que esté, y por mí, él puede salir al otro día de la cárcel, lo que pido es que confiese la verdad a las autoridades”, subrayó.

Abundó que la etapa intermedia del proceso judicial no se ha desarrollado “porque siempre se atrasan las audiencias, tal vez sea una estrategia de Daniel porque cambia contantemente de abogado, ya lleva el sexto… van aplaza y aplaza, pero las pruebas lo incriminan”.

Comentó que a ella y su familia les fue asignado un abogado de oficio, porque carecen de posibilidades económicas para pagar a un defensor particular; por ello, también ha sido apoyada por el gobierno para buscar a Daniela en Guadalaja, Jalisco, ”porque ese rumbo tomó Álvaro”, en Querétaro y en Toluca, estado de México, donde el presunto responsable se escondía para no ser aprehendido. “No voy a descansar hasta encontrar a mi hija y que se haga todo lo que se tenga que hacer hasta que él diga dónde está, dónde podemos encontrarla viva y si no, como sea”, enfatizó.


Cortesía: La Jornada de Oriente

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