“¿Por qué me disparas?” dijo Nancy mientras su esposo la mataba frente a su hija

 Nancy tenía 38 años cuando Omar la mató de siete balazos frente a su familia, en Ciudad Juárez, Chihuahua; vivió 22 años de su vida amenazada de muerte



Alrededor de las 11 de la noche del viernes 29 de enero, Nancy Mercedes Mata Salazar pronunciaba sus últimas palabras: “¿Por qué me disparas?”, preguntó desconcertada, tras recibir los primeros impactos de bala en su cuerpo. Su esposo, su feminicida, la mató de siete tiros a quemarropa frente a su hija de tres años, sus sobrinos, su hermana y su cuñado. “¿Por qué me disparas?”, cuestionó una madre de cuatro hijos mientras daba sus últimos suspiros.

Sayra Mata Salazar vio cómo Froylan Omar asesinaba a su hermana y confidente aquella noche. La recuerda como una persona admirable, que siempre vio por ella y con quien andaba para todos lados; desde chicas siempre fueron muy unidas y hacían hasta lo imposible por verse, a pesar de que él le prohibía a Nancy ver a su familia.

La describe como una muy buena mamá que trataba de darle lo mejor a sus cuatro hijos y se desvivía por ellos. Una muy buena amiga e hija; “también trató de ser buena esposa”, añade...

Nancy, de 38 años, era muy querida entre la gente, una mujer muy amable que le tendía la mano a quien lo necesitara. Su familia recuerda la cantidad de personas que fueron a su funeral a despedirse de ella: “Había más de 200”... Era una persona alegre, pero su mirada reflejaba tristeza en su interior, relata Ofelia, su madre.

Los hechos ocurrieron el 29 de enero de 2021 en la colonia Campestre Virreyes, de Juárez, Chihuahua, una ciudad fronteriza marcada históricamente por la violencia contra las mujeres que culmina en feminicidio. Las muertas de Juárez son ejemplo de ello; y a julio de 2021, es el cuarto municipio con más feminicidios en México y Chihuahua es el tercer estado con más homicidios dolosos de ellas.

22 años de violencia
Nancy Mata se casó a los 16 años con Froylan Omar y al poco tiempo tuvieron a su primera hija, al año nació su segundo, seis años después el tercero y diez después la más pequeña, la que presenció la muerte de su madre a manos de su padre y que hoy ya tiene cuatro años.

Desde su unión, Nancy vivió un calvario de 22 años de violencia psicológica, verbal y física por parte de Omar, donde soportaba malos tratos, golpes y amenazas de muerte, en algunas de ellas sus hijos fueron testigos, también les tocaron golpes por tratar de defender a su mamá.

Cuando no podía más, abandonaba a su esposo y le pedía el divorcio, pero él no la dejaba ir, decía que no iba a permitir que fuera feliz y amenazaba con matarla si se divorciaban y traba de quitarle sus bienes. Él era muy bueno para convencerla, describe Sayra, le decía que iba a cambiar y regresaba con ella; Nancy solo lo hacía para tratar de darles lo mejor a sus cuatro hijos.

Demandas que no protegieron a Nancy Mata
Entre golpes y amenazas, Nancy demandó a Omar en tres ocasiones. La primera fue hace varios años cuando la golpeó y ahorcó tan fuerte que le rompió la clavícula y terminó en el hospital. Él estuvo preso un par de días, pero su familia lo sacó de la cárcel. 

En otra ocasión, también se le demandó por dispararle a los papás de Nancy que -afortunadamente- salieron ilesos, y la última fue meses antes de la muerte de la madre de 38 años acompañada de una solicitud de divorcio y una orden de restricción.

Además, Omar también había sido denunciado por violación contra una menor de edad y fue detenido en la frontera México - Estados Unidos con armas y droga, pero quedó libre. Ninguna de las demandas, ni antecedentes del feminicida sirvieron para proteger a Nancy ni a sus hijos; las autoridades no le dieron el seguimiento debido al caso.

El divorcio
En el último año, Nancy se separó de Omar con la intención de divorciarse de una vez por todas, comenzó a estudiar enfermería y además ponía uñas acrílicas para solventar los gastos de su familia; sin embargo, todo ese periodo lo vivió llena de miedo pues tras la última golpiza, Omar tenía una orden de restricción que no cumplía, se metía a la casa de Nancy y merodeaba por el techo, siempre armado.

Antes del asesinato de Nancy, a Omar le llegó un último citatorio para presentarse ante la fiscalía por demanda de divorcio, pero fue directo con la madre de sus hijos a convencerla nuevamente de regresar con él y decirle que si trataba de pelearle algo, la iba a matar; entonces se volvieron a juntar. 

“¿Por qué me disparas?”
Aquel 29 de enero de 2021 por la tarde, Nancy -con la mirada seria- llegó a casa de su hermana Sayra con su hija menor de tres años, con el antojo de hacer buñuelos. Las mujeres se pusieron a cocinar mientras ella le confiaba que ya no quería estar con Omar, pero tenía mucho miedo porque él le decía que la iba a encontrar.

Platicaron mientras su hija y sus sobrinos jugaban cerca de la cocina; más tarde llegó el esposo de Sayra, y alrededor de las 10 de la noche, arribó Froylan Omar a recoger a Nancy: “se la quiso llevar a la fuerza”, relata su hermana; ella le dijo que no se quería ir con él, argumentó que estaba a gusto ahí y que más tarde se iría. Omar insistió varias veces sin lograr nada y se marchó.

Siguieron conviviendo, a la hora regresó Omar pero se quedó afuera de la casa fumando. Lo invitaron a pasar y sólo entró directo a dispararle siete balas a Nancy a menos de un metro de distancia. Sayra y su esposo trataron de detener al feminicida, mientras él también los amenazaba con dispararles. Pero en lo que llamaron a la patrulla y trataban de auxiliar a la mujer de 38 años, el asesino huyó.

Los sobrinos y la hija más pequeña de Nancy lo vieron todo. Comenzaron a gritar y a llorar mientras que Sayra les ordenaba encerrarse en uno de los cuartos. La chiquita, de hoy 4 años, vive sus días con miedo y trauma de que su papá le vaya a hacer algo a ella y a sus hermanos.

Nancy Mercedes Mata Salazar llegó sin signos vitales a la clínica.

A más de ocho meses de la muerte de Nancy, Omar sigue libre y sin ánimo de esconderse. Vecinos le han avisado a la familia de la víctima que lo han visto merodear borracho “como si nada” por la casa donde viven sus cuatro hijos, quienes están a cargo de la primogénita. Se ha dado aviso a las autoridades del paradero del feminicida, pero no toman acción.

La familia no tiene noticias de las autoridades, ni avances del caso para lograr la captura de Omar. No ven cerca la justicia para la madre de cuatro hijos de 38 años, mientras crece el temor de que otra persona corra con la misma suerte a manos del feminicida. En tanto, buscan mudarse lejos de Ciudad Juárez por seguridad, pues él amenazó con matarlos al igual que Nancy.



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