El Espinazo del Diablo, una de las carreteras más espectaculares de México

Esta carretera tiene más de tres mil curvas y permite admirar enormes barrancas desde las alturas. También es famosa por sus curiosas formaciones de piedra.




Una carretera con más de tres mil curvas, que se adentra en las montañas y pasa cerca de profundas barrancas, con tramos donde ves precipicios a ambos lados de ti, es una de las más espectaculares de México. Sin embargo, desde hace tiempo también tiene fama de ser muy peligrosa. Se trata del Espinazo del Diablo.

Es la carretera libre que va desde la ciudad de Durango hacia Mazatlán, la cual se terminó en la década de los cincuenta. Y, aunque no lo creas, puede ser muy turística.

Le preguntamos a Fernando Martínez, director de Promoción Turística en el municipio de Durango, sobre las sorprendentes características del Espinazo del Diablo. A continuación te compartimos lo que nos platicó.

Por qué le llaman Espinazo del Diablo

En realidad la carretera no se llama así, pero es conocida por ese nombre debido a un conjunto de formaciones localizadas aproximadamente en el kilómetro 186 con dirección a Mazatlán. Desde un mirador puedes ver el gran conjunto de rocas verticales y espigadas, “que asemejan el lomo de un animal”.

Se trata, por supuesto, de solo una de las versiones que abundan sobre el sitio. Abundan las leyendas y explicaciones sobre el nombre.

Por qué es tan espectacular

El Espinazo del Diablo sube por la Sierra Madre Occidental hasta alcanzar dos mil 500 metros sobre el nivel del mar, explica Martínez. Desde ese punto vuelve a descender hasta llegar al nivel del mar, en Mazatlán.

Eso explica su gran cantidad de curvas abruptas (una pastilla para el mareo es bastante necesaria) y tramos que desafían la gravedad. Pero también brinda vistas espectaculares de los barrancos y las formaciones rocosas.


Al conducir por esta carretera en más de una ocasión querrás tomar fotografías. Y hay muchas oportunidades, pues sus 223 kilómetros se completan en alrededor de cinco horas y media.

Fernando Martínez, quien la ha transitado por muchos años, no la considera peligrosa. La razón es que, por sus peculiares características, normalmente vas a velocidades de entre 40 y 50 kilómetros por hora. Hace algunos años el paso constante de tráilers hubiera podido ser un riesgo, pero el Espinazo del Diablo ha perdido mucho tránsito desde 2013, cuando se estrenó la autopista Durango-Mazatlán. “Pueden pasar 40 o 50 minutos sin que veas un coche”.

Dicha autopista permite viajar de Durango a Mazatlán en dos horas y media. También es famosa por el Puente Baluarte, estructura que después de su construcción fue reconocida como el puente atirantado más alto del mundo, con más de 400 metros. También posee un túnel que mide casi dos mil 800 metros de largo.

Desde hace siete años el Espinazo del Diablo es la etapa final de la Carrera Panamericana, y se considera la parte de mayor dificultad. También es una ruta muy frecuentada por motociclistas.

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