Eduardo MARTÍNEZ
Mientras el gobierno municipal de Lázaro Cárdenas trabaja contrarreloj para resolver el desabasto de agua causado por la tormenta reciente —que dañó la bomba principal de suministro—, ha salido a la luz una operación orquestada por el diputado del Partido Verde, Jaciel González Herrera, cuyo objetivo no es ayudar a la ciudadanía, sino lucrar políticamente con la necesidad de la gente.
Una captura de pantalla filtrada revela cómo el legislador instruye directamente a su equipo para pagar mil pesos por persona a supuestos vecinos que actúan como "alborotadores", exigiendo soluciones inmediatas a un problema que el propio gobierno ya está atendiendo desde el primer momento.
Esta estrategia no es nueva, pero ahora viene acompañada de una campaña mediática con la clara intención de dañar la imagen pública de la presidenta municipal, quien ha mantenido una administración cercana, activa y con resultados tangibles. Lejos de buscar soluciones, el diputado González Herrera está aprovechando un problema técnico –que puede ocurrir en cualquier municipio tras una tormenta fuerte– para montar una crisis artificial que le beneficie políticamente.
Resulta indignante que mientras las autoridades municipales gestionan recursos, organizan el suministro alterno y trabajan para restablecer el servicio de agua, haya actores políticos pagando por generar caos y sembrar descontento. La política debe ser una herramienta para construir, no una maquinaria de sabotaje y manipulación.
Hoy más que nunca, la ciudadanía debe estar alerta: hay quienes lucran con el enojo y la desinformación, quienes buscan destruir lo que no pueden controlar. Pero también hay gobiernos que sí trabajan, aunque no griten, aunque no paguen por aplausos.