Alfredo González
Un comandante de la policía municipal de Papalotla, en aparente estado de ebriedad, protagonizó un nuevo escándalo este jueves en el centro de la comunidad, luego de arrollar con una patrulla oficial a un motociclista. El hecho provocó la indignación de los pobladores, quienes intentaron ajusticiarlo y reclamaron los constantes abusos de la corporación policial.
El incidente ocurrió alrededor de las 19:00 horas sobre la calle Cuauhtémoc, donde una unidad oficial, marca Ford tipo pickup, color blanco con azul, con número económico 011, impactó contra una motocicleta que era conducida por un hombre de mediana edad, quien salió proyectado al suelo tras el golpe.
Vecinos que se encontraban en la zona se acercaron al lugar y constataron que el conductor de la patrulla, identificado como el comandante Pablo Saucedo, encargado de turno de la Dirección de Seguridad Pública y Tránsito Municipal, se encontraba en estado inconveniente, bajo los efectos del alcohol, por lo que exigieron justicia y una sanción ejemplar.
Minutos después arribaron otras unidades de la corporación, cuyos elementos procedieron a esposar al comandante y trasladarlo a las instalaciones de Seguridad Pública, presuntamente para protegerlo de los reclamos ciudadanos. No obstante, decenas de personas se congregaron frente a la presidencia municipal para exigir acciones inmediatas.
Trascendió que el comandante Saucedo habría estado consumiendo bebidas alcohólicas desde el mediodía en compañía del director de Seguridad Pública, Alberto Torres Saucedo, la juez municipal y personal del Centro de Control y Cómputo (C2), quienes incluso habrían sido vistos adquiriendo alcohol en una tienda de conveniencia ubicada sobre la vía corta.
Ante la presión social, se supo que funcionarios del Ayuntamiento intentaron calmar la situación ofreciendo dinero a la víctima para la reparación del daño, mientras que al mismo tiempo se trataba de trasladar al policía a su domicilio a bordo de otra patrulla, lo que provocó aún más molestia entre los vecinos.
Este hecho se da en medio de una creciente inconformidad social por el desabasto de agua potable, que incluso la noche del miércoles provocó el cierre de la carretera vía corta y el acceso principal a la comuna. La población exige al alcalde priísta Sergio Laura una pronta solución tanto al problema del agua como a la crisis de inseguridad que, aseguran, es producto de la ineptitud de la policía municipal.