Aunque Ana Lilia Rivera se presenta como una mujer de lucha y aliada del pueblo, es la legisladora más privilegiada en la llamada Cámara Alta del Congreso de la Unión.
Este año, participó en la renovación del Senado de la República, y logró su reelección gracias al empuje que el lopezobradorismo aún inyecta a Morena.
Por ello, se beneficiará del presupuesto de 4 mil 955 millones de pesos que este 2024 tendrá la Cámara Alta que, se estima, destinará más de un millón 400 mil pesos para el pago del salario de cada uno de los 128 legisladores y legisladoras que la integran.
Sin embargo, las remuneraciones de los senadores no sólo comprenden un sueldo base, sino también un esquema de compensaciones y prestaciones, que incluyen seguridad social, seguros y apoyos institucionales, de tal suerte que su sueldo mensual asciende a un monto de 119 mil 700 pesos, a lo que se suman el resto de prestaciones.
Por ejemplo, por el seguro de vida institucional, los 128 legisladores reciben también una gratificación de fin de año, correspondiente a 40 días de dieta, así como seguridad social provista por el ISSSTE, Fovissste, Sistema de Ahorro para el Retiro (SAR) y Ahorro Solidario.
Ana Lilia Rivera es ahora una senadora electa para un nuevo periodo de seis años, aunque se benefició del acuerdo de la Junta de Coordinación Política (Jucopo) del Senado, por el cual los senadores que buscaron permanecer en el cargo no tuvieron que renunciar a su actual cargo ni tampoco dejarán de recibir su sueldo.
Lo anterior, bajo la condición de haberse abstenido de realizar actos anticipados de campaña y precampaña, y notificar a la Mesa Directiva -de la cual es Presidenta- su intención de buscar ocupar el cargo nuevamente.