Ivermectina, dañina a la salud; en la administración de Marco Mena fue la cura estrella contra Covid-19

Por la supuesta eficacia, el tratamiento fue publicado en la revista International Journal of Infectious Diseases







José Hernández

La ivermectina, medicamento veterinario no aprobado para el tratamiento contra el coronavirus y que, además en grandes dosis es peligrosa, fue uno de los principales compuestos del TNR4, el tratamiento estrella usado por la administración estatal de Marco Antonio Mena Rodríguez contra Covid-19.

En el año 2020, el entonces titular de la Secretaría de Salud en Tlaxcala, René Lima Morales, anunció con bombo y platillos el uso del TNR4, un tratamiento compuesto por los medicamentos ácido acetilsalicílico, montelukast, ivermectina y azitromicina, usado para atender pacientes con Covid-19, con el argumento de que reduciría la mortalidad por esa enfermedad.

El tratamiento consistía en un compuesto de Melatonina, Zinc, Vitamina “D” y Ácido Acetilsalicílico, pero el remedio intensivo y estrella era el integrado de ácido acetilsalicílico, montelukast, ivermectina y azitromicina.

Su funcionamiento era el siguiente: la ivermectina hacía que el virus no desdoblara completamente sus cadenas de ácido nucleico; la azitromicina inhibía su replicación ribosomal; el montelukast estabilizaba los leucotrienos y disminuía inflamaciones, mientras que el ácido acetilsalicílico bloqueaba los receptores plaquetarios, por lo que evitaba que se pegaran y, por lo tanto, producía estabilidad en el sistema inflamatorio.




Según las autoridades, el 85 % de las personas que recibieron ese tratamiento se recuperaron en un lapso de 14 días, que implicaba una recuperan 3.4 veces más rápido.

Incluso, debido a la supuesta efectividad que su aplicación tuvo a lo largo de la emergencia sanitaria, la revista International Journal of Infectious Diseases publicó un artículo al respecto, y en varias ocasiones el gobierno estatal de ese entonces presumió que la patente del tratamiento es de Tlaxcala.

Sin embargo, en los últimos días ha sido sumamente cuestionado el uso de la ivermectina para tratar a pacientes con Covid-19, un tema que se ha convertido incluso en un escándalo nacional, pues no hay evidencia científica de su efectividad en pacientes con SARS-COV-2.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) emitió un llamado internacional para que no se usara este medicamento en el tratamiento cotidiano de la enfermedad.
Además, la Guía para el Tratamiento del COVID-19 publicada por el Gobierno Federal establece que no existe evidencia de los beneficios de ese fármaco. 

El tema causó revuelo recientemente debido a que en la Ciudad de México el gobierno estatal entregó ese medicamento a casi 200 mil personas, sin conocer los efectos de la medicina y mucho menos sin poseer un consentimiento informado por parte de los pacientes, algo importante puesto que la ivermectina "se sigue estudiando".

En Tlaxcala, con la llegada de Lorena Cuéllar Cisneros a la gubernatura fue suspendido el TNR4, pues se trataba de un medicamento no avalado ni siquiera a nivel nacional.

Sin embargo, se desconoce el número exacto de tlaxcaltecas que fueron tratados con esos compuestos (en pacientes con un índice de masa corporal mayor a 30, aumentaba la dosis de Montelukast e Ivermectina), y en diciembre de 2020 por lo menos tres mil lo habían recibido.

¿Qué es la Ivermectina?


En Estados Unidos de América las tabletas de ivermectina están aprobadas para el uso en seres humanos para el tratamiento de algunos gusanos parásitos (estrongiloidiasis intestinal y oncocercosis), y las formulaciones tópicas de ivermectina están aprobadas para uso humano, solo con receta médica, para el tratamiento de parásitos externos como piojos y condiciones de la piel como la rosácea.

Y su versión más conocida es la veterinaria: un antiparasitario, súper concentrado, para vacas y caballos.

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