Hombre que fue abandonado en la basura cuando era bebé, ahora tiene una empresa de 70 millones de dólares

 Freddie Figgers es dueño de una empresa dedicada a la tecnología y a las telecomunicaciones en los Estados Unidos


Freddie Figgers tuvo que luchar por su vida a pocas horas de haber nacido, pues sus padres biológicos lo abandonaron en un basurero de la ciudad de Quincy, Florida. A pesar de tener un trágico inicio, ahora es un millonario dueño de una empresa que vale más de 70 millones de dólares. 

Una persona del vecindario escuchó su llanto y lo llevó a un hospital inmediatamente, donde pasó dos días internado. Posteriormente, fue trasladado a un hogar temporal, ahí Nathan May y Betty May tenían 74 y 66 años, lo encontraron y decidieron adoptarlo a pesar de su avanzada edad. 

"Vi a mi padre siempre ayudando a la gente, deteniéndose en el camino a asistir a extraños, alimentando a los sin techo. Era un hombre increíble y yo quiero ser como él", contó el empresario estadounidense en una entrevista con la BBC.

Desde muy pequeño, Freddie mostró interés por las tecnologías. A los nueve años sus padres le compraron su primera computadora Macintosh usada. "Soñaba con una computadora Gateway pero no podíamos comprarla", recordó el joven. 

A los 12 años consiguió su primer trabajo arreglando computadoras de escuelas y empresas en su vecindario. Este oficio lo realizó en el taller de su padre con pocos recursos. "Tomé partes de una radio despertador y las soldé y tras unos 50 intentos finalmente logré que la computadora funcionara. Fue entonces que supe que eso era lo que quería hacer en mi vida".

Freddie Figgers desarrolló una tecnología para ayudar a su papá con Alzheimer
Tras años después, dejó sus estudios para dedicarse al desarrollo de tecnología y creó su propia empresa. En tanto, cuando tenía 17 años, su padre enfermó de Alzheimer, así que decidió crear una tecnología GPS que se instalara en los zapatos del paciente y ayudara a seguir su geolocalización en tiempo real. En ese momento, no existía Google Maps por tanto fue un proyecto innovador y pudo venderlo por alrededor de 2 millones de dólares.

"Aprendí que el dinero no es más que una herramienta. Me propuse hacer todo lo posible para hacer de este mundo un lugar mejor porque mi padre no era rico pero su vida tuvo impacto en mucha gente", indicó al recordar la muerte de su padre. 


Inicia en el negocio de las telecomunicaciones
Varios años después, Figgers inició en el negocio de las telecomunicaciones en Estados Unidos y se convirtió en el afroamericano más joven en recibir licencia para operar. Para 2008, había desarrollado y vendido 80 programas de software, mientras que cuatro años después instaló sus primeras torres de comunicaciones.

Actualmente, tiene una fortuna de 70 millones de dólares, pues su empresa hace varias actividades como proveer de banda ancha a los celulares y llamadas internacionales; vender productos y servicios equipados con tecnología de comunicación inalámbrica; ofrecer tecnología para realizar seguimiento de personas enfermas en hospitales. 

También su riqueza la ha utilizado para hacer acciones altruistas, como crear su propia fundación en la que otorga becas a estudiantes afroamericanos para que puedan estudiar y desarrollarse como profesionales en los Estados Unidos.

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